viernes, 10 de diciembre de 2010

Viernes

Sí, viernes. Esos extraños días que sobran en mi semana. Son como un primer sábado, pero un sábado en el que todo el mundo (menos yo) tiene clase. Un día raro donde los haya y, cuantos más viernes vivo, más raros me parecen.

El caso es que mis viernes son totalmente rutinarios. Un día sin clase y con rutina. Suena raro pero así es. Y también he de decir que la rutina es lo único bueno que se salva de los viernes. Son los regresos a casa que me hacen tan feliz.
Espero algún día, no muy lejano, ser yo esa que vuelve los viernes a casa y esa que los viernes puede contar mil chorradas de gente que los demás no conocen pero que también te hacen sentir bien.

En fin, los viernes son días de reflexión. Aunque parece que solo mis viernes.

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