martes, 14 de diciembre de 2010

¿Por qué odiar la Navidad?

En estas fechas tan señaladas, es de obligado cumplimiento decir varias razones por las que no me gusta la Navidad, ni me ha gustado nunca, ni probablemente me gustrá en un futuro.

Lo primero de todo son las postales ( 9 postales cada Navidad) que envía mi padre a nose sabe quién, porque yo no conozco a nindun destinatario, y que me hace firmar para dar una imagen a sus amigotes de que somos una familia super uniday super feliz. Muy triste. Me quema por dentro. Yo no le hago firmar mis postales navideñas porque no envío postales navideñas PORQUE NO VALEN PARA NADA.
No me gusta la comida navideña. En mi casa siempre es pescado. El pescado da asco. Me deja con más hambre de la que tenía en un principio. Encima se deja un pastón en esa comida que tanta grima me da, pudiéndola gastar (que no malgastar) en otras cosas... Que sirvan para algo...
No me gustan las películas navideñas de cariño y amor, ni las series con especiales navideños de toda la familia reunida, ni me gustan los adornos, ni las luces, ni el frío, ni los atascos de la gente que quiere ir a dar un paseo (gente que el resto del año no se la ve por ninguna parte).
No me gustan las cenas en familia, es lo primero que dejaré de hacer en cuanto pueda.

No me gustan las misas. Los curas deberían darse cuenta de que el nacimiento de su niño Jesús ni siquiera fue en diciembre.

Ojalá cerrase los ojos y al abrirlos fuese verano.

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